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Pies cansados. Tips de relajaciónEn esta época del año cuando los pies quedan al descubierto, se vuelven más propensos a sufrir lesiones e, incluso presentar dolor. Si bien soportan todo el peso del cuerpo y son la base de nuestro sistema locomotor, al estar lejos de nuestra vista, suelen quedar un tanto olvidados en lo que a cuidados refiere. |
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Es importante que aprendamos a que no hay que dejarlos de lado por muchas razones. En primer lugar por una cuestión de salud, ya que mimarlos es un beneficio a largo plazo. ¿Sabías que los pies juegan un papel importante en el sistema nervioso porque la planta contiene más terminaciones sensoriales que cualquier otra parte del cuerpo? Por eso es tan placentero y relajante recibir un masaje o hacerlo uno mismoa través de suaves movimientos circulares y presionando diferentes puntos. Además, no hay que dejarse estar: "los dolores en los pies a veces son el comienzo de una larga cadena de alteraciones y por eso es muy importante la detección precoz y debido tratamiento,en algunas ocasiones, soportar el dolor genera un desbalance en el cuerpo y puede terminar, por ejemplo, en un dolor de cabeza o una escoliosis.
Al igual que cuidamos nuestra piel no debemos olvidar que el verano es tan lindo para disfrutarlo, como también para cuidarnos de sus efectos colaterales: la resequedad, el cansancio plantal por el cambio de calzado, entre otros.
Los pies son los cimientos del resto del cuerpo y cualquier molestia en esta zona afecta nuestra salud y se refleja directamente en la postura. Al ser sometidos a duras exigencias diarias son vulnerables a sufrir lesiones. También son "propensos a presentar edema debido a que toleran de manera casi continua a la acción de la fuerza de gravedad y funcionan como sostén del peso corporal. Por eso en ellos se acentúa la concentración de líquido.
El hábito de realizar ejercicio como caminar, correr, subir escaleras o andar en bici activa la bomba muscular de los miembros inferiores y previene problemas o dolores asociados a una mala circulación.
1. Sentate en el suelo con la espalda apoyada en la pared y una pierna flexionada, tomá con ambas manos las puntas de los dedos y lentamente doblalos estirando la planta del pie, el talón no debe separarse del suelo.
2. Parate sobre un escalón, tomate de una baranda o algo fijo y dejá los talones afuera, bajá lentamente el cuerpo para que los talones queden por debajo del borde del escalón; mantené la posición de 10 a 15 segundos. Descansá y repetí el ejercicio tres o cuatro veces más.
3. Parate derecha y balanceá tu peso. Cambiá el peso de tu cuerpo hacia los talones, y luego hacia los dedos. Repetí 10 veces. Este ejercicio ayuda a aliviar los calambres en los dedos o en la planta de los pies.
4. Sentate y usá la suela de tu pie para frotar la canilla de la pierna opuesta, comenzando desde la rodilla hacia el tobillo y viceversa. Repetí este paso 20 veces. Este ejercicio ayuda a aliviar la tensión de la tibia y aumenta la flexibilidad del pie mientras hacés el masaje.
Al igual que cuidamos nuestra piel no debemos olvidar que el verano es tan lindo para disfrutarlo, como también para cuidarnos de sus efectos colaterales: la resequedad, el cansancio plantal por el cambio de calzado, entre otros.
¿Te sentís identificado con lo que te contamos hasta ahora? No pierdas más tiempo y leé la siguiente nota y empezá a relajar esos piecitos.
Los pies son los cimientos del resto del cuerpo y cualquier molestia en esta zona afecta nuestra salud y se refleja directamente en la postura. Al ser sometidos a duras exigencias diarias son vulnerables a sufrir lesiones. También son "propensos a presentar edema debido a que toleran de manera casi continua a la acción de la fuerza de gravedad y funcionan como sostén del peso corporal. Por eso en ellos se acentúa la concentración de líquido.
El hábito de realizar ejercicio como caminar, correr, subir escaleras o andar en bici activa la bomba muscular de los miembros inferiores y previene problemas o dolores asociados a una mala circulación.
¿Pero es posible entrenar y mantener en forma los pies? ¿Cómo hacerlo? Con ejercicios simples pero efectivos.
1. Sentate en el suelo con la espalda apoyada en la pared y una pierna flexionada, tomá con ambas manos las puntas de los dedos y lentamente doblalos estirando la planta del pie, el talón no debe separarse del suelo.
2. Parate sobre un escalón, tomate de una baranda o algo fijo y dejá los talones afuera, bajá lentamente el cuerpo para que los talones queden por debajo del borde del escalón; mantené la posición de 10 a 15 segundos. Descansá y repetí el ejercicio tres o cuatro veces más.
3. Parate derecha y balanceá tu peso. Cambiá el peso de tu cuerpo hacia los talones, y luego hacia los dedos. Repetí 10 veces. Este ejercicio ayuda a aliviar los calambres en los dedos o en la planta de los pies.
4. Sentate y usá la suela de tu pie para frotar la canilla de la pierna opuesta, comenzando desde la rodilla hacia el tobillo y viceversa. Repetí este paso 20 veces. Este ejercicio ayuda a aliviar la tensión de la tibia y aumenta la flexibilidad del pie mientras hacés el masaje.
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