KONY Nutrición
viernes 01 de junio de 2018
TIPS KONY STEVIA

Diabetes: preguntas frecuentes


La diabetes es una enfermedad que ha tomado gran importancia a nivel mundial, sobre todo por su difusión y prevención. En Kony queremos brindarte todo el material necesario para que puedas conocer sobre esta enfermedad y también detectes si en tu familia está presente.


Todas las semanas, estaremos acompañándote con información útil sobre este tema, en ediciones anteriores por ejemplo te contamos sobre la Alimentación del deportista con diabetes , el El Ejercicio físico en adultos mayores con diabetes , la Diabetes infantil , La mujer y la diabetes y Alimentación saludable en personas diabéticas.
Hoy queremos transmitirte un cuestionario que muchos se hacen sobre la enfermedad, un estilo de ping pong de preguntas y respuestas. Te invitamos a compartirlo con todos tus conocidos y difundir esta información útil.
 

¿Qué es la prediabetes?

 
Es una condición en la que las cifras de glucosa en sangre presentan niveles más altos de lo normal pero aún no son suficientemente altas para que se pueda considerar diabetes. La glucemia debe estar por debajo de 100 mg/dl en ayunas, y en la prediabetes sus valores oscilan entre 110-126 mg/dl.
 
Se considera factor de riesgo para el desarrollo de diabetes y de enfermedad vascular.
 

¿Cómo se diagnostica la diabetes?

 
El diagnóstico de la diabetes se establece a partir de uno de los siguientes parámetros:
  • Glucemia basal en plasma venoso alterada, igual o superior a 126 mg/dl
     
  • Glucemia en plasma venoso igual o superior a 200 mg/dl a las dos horas tras una sobrecarga oral de 75 gr de glucosa
     
  • Glucemia en plasma venoso al azar igual o superior a 200 mg/dl en presencia de síntomas (poliuria, polidipsia, polifagia)
En los dos primeros casos no sirve una determinación única, es preciso confirmarla en días posteriores. En el tercer caso una única determinación con estas características nos permite establecer el diagnóstico.
 
 
 

¿Qué diferencias hay entre la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2?


En la diabetes tipo 1 se produce una destrucción autoinmune de las células del páncreas encargadas de fabricar la insulina. Aunque puede aparecer a cualquier edad, lo más frecuente es que afecte a niños o jóvenes.
 
En la diabetes tipo 2 lo que ocurre es que las células del cuerpo no pueden usar correctamente la insulina sintetizada en el páncreas o la producción de insulina es insuficiente. Lo habitual es que aparezca en adultos, a partir de los 40 años y se relaciona fundamentalmente con la obesidad.
 

¿Cuál es el tratamiento de la diabetes?


En el caso de la diabetes tipo1, dado que el páncreas es incapaz de sintetizar insulina, es la administración de insulina exógena el tratamiento adecuado, siempre acompañado de cambios en la dieta y en la actividad física.
 
En la diabetes tipo 2 el primer tratamiento recomendado consiste en la modificación de hábitos (planificación de dieta, pérdida de peso e incremento de la actividad física). Si estas medidas se muestran insuficientes para normalizar la glucemia, se recurre a los medicamentos por vía oral.

Entre los antidiabéticos orales hay fármacos que son insulinosensibilizadores, es decir, mejoran la capacidad de las células para usar la insulina secretada, como las tiazolidindionas y las biguanidas; otros estimulan la secreción de insulina por el páncreas, como las sufonilureas y las metiglinidas; y finalmente hay un tercer grupo que disminuye la absorción intestinal de hidratos de carbono, los inhibidores de la alfa glucosidasa.
 
Si a pesar del tratamiento combinando dieta y ejercicio con antidiabéticos orales a dosis plena no se logra controlar la glucemia, es preciso introducir el tratamiento con insulina.
 

¿Qué tipo de ejercicio se debe realizar?


El ejercicio constituye junto a la dieta y a la medicación los tres pilares fundamentales del tratamiento de la diabetes. La actividad física realizada de manera habitual ayuda a mantener un mejor control metabólico a largo plazo. Además contribuye a reducir otros factores de riesgo cardiovascular (sobrepeso, hiperlipidemia e hipertensión arterial).
 
El ejercicio debe estar adaptado a las características individuales. En general se recomienda que sea aeróbico, de intensidad moderada y que sea realizado de manera habitual. Para aquellas personas no habituadas al ejercicio físico el caminar al menos 30 minutos diarios puede ser una buena opción.
 

¿Debe suprimir el diabético los hidratos de carbono de la dieta?


No. La alimentación del diabético ante todo debe ser completa y equilibrada, evitando especialmente el consumo de hidratos de carbono de absorción rápida. La dieta debe incluir hidratos de carbono de liberación lenta (cereales, pan y pasta) y de alimentos con alto contenido en fibra. Además es preciso moderar el consumo de grasa en la dieta, evitando los alimentos ricos en colesterol, y el consumo de sal.
 
Lo recomendable es que elabore junto a su médico o educador de diabetes un plan de comidas que pueda llevar bien.
 

¿Qué debe vigilar un diabético?


El objetivo del paciente diabético no debe limitarse a mantener un buen control glucémico. Es muy importante que vigile su perfil lipídico, que controle sus cifras de tensión arterial, que normalice su peso y que abandone hábitos tóxicos como el consumo de tabaco o alcohol.
 

¿Qué es la retinopatía diabética?


La retinopatía diabética es la principal complicación ocular de la diabetes. Se caracteriza por un deterioro progresivo de los vasos sanguíneos de la retina, que puede desembocar en deterioro visual importante, constituyendo la principal causa de ceguera en adultos.
 
Su incidencia y gravedad se reducen con un buen control metabólico de la glucemia, ya que se relaciona directamente con la hiperglucemia y con la duración de la diabetes. Dado que puede cursar asintomática hasta estadios avanzados y que su pronóstico depende en gran medida de que el diagnóstico sea precoz, es importante que todo paciente diabético realice revisiones oftalmológicas. En los pacientes con diabetes tipo 1 se aconseja un primer control oftalmológico a los 5 años del diagnóstico, ya que la retinopatía suele aparecer a los 3-5 años de padecer la enfermedad. Los pacientes con diabetes tipo 2 precisan evaluación oftalmológica desde el momento del diagnóstico, ya que es difícil determinar la duración de la enfermedad cuando se produce el debut clínico.
 

¿Por qué el diabético debe cuidarse los pies?


La diabetes determina problemas a nivel vascular y a nivel neuropático, que tienen una especial repercusión en los pies. La presencia de factores predisponentes (neuropatía, angiopatía así como de deformidades o queratopatías asociadas a presiones mecánicas) dan lugar a un “pie de riesgo”. En un pie vulnerable, un estimulo mecánico mantenido puede provocar la aparición de úlceras u otras lesiones. Cualquier erosión en la piel del pie diabético puede evolucionar a necrosis y complicarse con una infección, que puede llegar a afectar a tejidos más profundos. En estos casos es necesario realizar desbridamientos y drenaje, incluso a veces exéresis del tejido dañado.
 
Existen una serie de medidas que pueden prevenir la aparición de lesiones:
  • Control de la hiperglucemia, hiperlipidemia, HTA y tabaquismo
     
  • Inspección diaria del pie incluyendo los espacios interdigitales. Consultar siempre al personal sanitario en caso de cambio de coloración de la piel, herida, ampolla, úlcera o cualquier otra lesión.
     
  • Mantener una higiene adecuada (lavado diario con agua tibia y jabón de ph ácido, seguido de un minucioso secado y de la aplicación de crema hidratante)
     
  • Utilización de un calzado adecuado, cómodo, ancho y sin costuras interiores.
     
  • Cambio diario de calcetines, preferiblemente de algodón, hilo o lana.
     
  • No caminar nunca descalzo.
     
  • Todo paciente diabético debe estar vacunado correctamente frente al tétanos.
En el pie diabético es importante valorar una serie de factores de riesgo, identificando claramente el “pie de riesgo” con el fin de desarrollar todas las medidas preventivas adecuadas. Para ello debe ser revisado de manera periódica por personal especializado.
 

¿Qué debe tener en cuenta un diabético?


La diabetes es una enfermedad crónica que requiere un papel activo del enfermo. Al principio es complicado adaptarse a los cambios que el tratamiento incluye: mediciones periódicas de la glucemia, práctica de ejercicio diario, mantenimiento de un plan de comida adecuado, realización de chequeos periódicos… Sin embargo, poco a poco todas estas actuaciones son incorporadas a la vida diaria sin suponer problema alguno.
 
El mantenimiento de la glucemia dentro de los valores normales es fundamental para prevenir la aparición de complicaciones.
 
 

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