KONY Nutrición
viernes 14 de diciembre de 2018
RECETARIO KONY STEVIA

Pan Dulce


Llega Navidad y como es costumbre el Pan Dulce llega a nuestras mesas para decir presente y acompañarnos en el brindis de las 12 de la noche. En Kony Stevia  queremos ser parte de ese festejo y por eso te sorprendemos con la mejor receta: Pan Dulce Integral !. Una opción riquísima y sana para acompañar a toda tu familia.


Porque además de traerte recetas, te contamos sus historias o beneficios, ahora nos toca presentarte la milenaria historia del Panettone (pan dulce), no te pierdas toda la cronología mundial de esta exquisita receta en la siguiente narración. ¿Dónde se hizo el primero? ¿Quién lo hizo? ¿Cómo llegó a todos los países? Todas las respuestas a continuación.

Los antiguos romanos fueron los primeros en endulzar un pan con levadura con miel. Se testimonia su presencia en una pintura del siglo XVI de Brueghel el Viejo y en un libro de recetas de Bartolomeo Scappi, cocinero personal de papas y emperadores en los tiempos de Carlos V.
Hay muchas leyendas sobre el origen del panettone. Según la primera de éstas, la historia de este postre nació hace más de cinco siglos, alrededor de 1490, cuando un joven aristócrata, Ughetto Atellani de Futi, se enamoró de la hija de un pastelero de Milán. Para demostrarle su amor se hizo pasar por aprendiz de pastelero e inventó un pan azucarado con forma de cúpula a base de frutas confitadas y aroma de limón y naranja. Los milaneses empezaron a acudir en masa a la pastelería a pedir el «pan de Toni», quien así se llamaba el ayudante, y de ahí viene el nombre de panettone.

Según otra leyenda, probablemente más conocida, el panettone nació en la corte de Ludovico El Moro, señor de Milán desde 1494 hasta 1500, en la Nochebuena. Se cuenta que el Duque celebró la Navidad con una gran cena, llena de deliciosos platos dignos de la riqueza de la corte milanesa. El postre iba a ser la natural conclusión de tan lujoso banquete. Sin embargo, al momento de sacarlo del horno, el cocinero se dio cuenta que se había quemado. Hubo un momento de terror en la cocina de Ludovico, pero afortunadamente un lavaplatos, llamado Antonio, había pensado utilizar las sobras de los ingredientes para amasar un pan dulce y llevárselo a casa.

Dada la situación, el joven Antonio propuso al cocinero servir su pan como postre. Era un pan dulce muy bien subido, lleno de fruta confitada y mantequilla que fue llevado inmediatamente al Duque. El inusual postre tuvo un enorme éxito y Ludovico preguntó al cocinero quién lo había preparado y cuál era su nombre. El cocinero le presentó al Duque al joven Antonio, quien confesó que ese postre todavía no tenía nombre. El señor entonces decidió llamarlo «Pane de toni», que con los siglos se convertiría en panettone.

El primer registro del panettone como dulce navideño tradicional milanés es un artículo del escritor iluminista Pietro Verr en el siglo XVIII, que lo llama pane di tono(‘pan grande’).
Su industrialización hizo que su consumo se hiciera tradicional en Italia, y luego a nivel mundial, durante la Navidad. En el año 1919 el empresario milanés Angelo Motta y luego en 1933 Gino Alemagna lanzaron en toda Italia y el mundo el panettone, dulce típico de Navidad.
De aquel primer pan se han derivado numerosas variaciones y se puede encontrar con uvas, pasas, piñones, almendras, chocolate y frutas confitadas. En Milán terminó por convertirse en un postre tradicional navideño, sobre todo desde que los empresarios empezaron a regalarlo a sus clientes como obsequio.

Ahora que ya conocemos un poco más sobre el pan dulce, te invitamos a incursionar en el fantástico mundo culinario de las recetas navideñas. Empecemos a cocinar y a compartir con nuestras familias !. 


INGREDIENTES


( Para dos panes dulces de 750g. cada uno)

50 g. de levadura (fresca) de cerveza

1 cda. de azúcar

100 c.c. de agua

250 g. de harina 000 (200 para el pan y 50 extra)

500 g. de harina integral superfina

1 pizca de sal fina

2 naranjas

1 limón

50 g. de manteca (mantequilla)

200 g. de queso blanco

1 huevo entero

1 yema

1 cdita. de extracto de malta (o miel)

20 c.c. de oporto, brandy o coñac

½ cdita. de esencia de azahar

1 cdita. de esencia de vainilla

15 sobrecitos Kony Stevia en polvo

100 g. de arándanos frescos

100 g. de frutos secos (nueces, almendras, avellanas)

2 moldes de papel para pan dulce de 750 g.


PREPARACIÓN


Disolver los 50 g. de levadura fresca con 1 cda. de azúcar en un tazón grande. Añadir 100 c.c. de agua apenas tibia y 20 g. de harina 000. Cubrir y dejar espumar unos minutos. Aparte, mezclar 500 g. de harina integral superfina, 200 g. de harina 000 y una pizca de sal fina. 

Colocar en el bowl de la procesadora (o en la mesada, si se va a amasar a mano) la mezcla de las harinas con la sal y el fermento de la levadura. Rallar grueso la piel de las 2 naranjas y del limón, aprovechando sólo la parte de color. Reservar. Exprimir las naranjas y agregar a la masa 150 c.c. de jugo.

Añadir a la masa 50 g. de manteca (mantequilla) blanda, 200 g. de queso blanco, 1 huevo entero y 1 cdita. de extracto de malta o miel.

Perfumar con 20 c.c. de brandy, oporto o coñac, ½ cdita. de esencia de azahar (no abusar, ya que su aroma es invasivo) y 1 cdita. de esencia de vainilla. Endulzar con Kony Stevia en polvo.

Accionar la procesadora durante unos segundos, o amasar a mano durante 5 a 10 minutos. Cubrir y dejar leudar aproximadamente 1 hora, hasta que duplique el volumen. Volcar sobre la mesada apenas enharinada.

Lavar y escurrir bien los 100 g. de arándanos y picar groseramente los 100 g. de frutos secos. Yo utilicé 30 g. de avellanas picadas, 40 g. de nueces picadas grueso y 40 g. de almendras enteras sin cásara.

Aplastar un poco la masa para desgasificar, formar un rectángulo y distribuir en la superficie la ralladura de los cítricos, los arándanos (que imitan la fruta glaseada y las pasas de uva) y los frutos secos.

Enrollar apretadamente formando un cilindro. Cortar el cilindro en dos partes. Amasar con suavidad, para no romper los arándanos. Formar dos bollos.

Una vez que la fruta se ve semi integrada a la masa, ubicar los bollos en los moldes de papel. Los moldes de papel se colocan sobre una placa para horno, aplastando la masa con el puño de la mano. Realizar un corte en cruz en la superficie, utilizando un bisturí o cuchillo filoso.

Cubrir los panes y dejar leudar durante media hora. Pincelar la superficie con una yema.

Llevar a horno precalentado a 160° C (suave) y hornear durante 45 minutos. Retirar, dejar entibiar. Cortar el excedente de papel y envolver en film adherente.

Dura dos meses en el freezer y 3 o 4 días sin freezar, ya que no posee el conservante natural que es el azúcar.

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