KONY Nutrición
domingo 02 de febrero de 2020
TIPS KONY SLIM

Montá tu propia huerta de balcón


Somos fanáticos de la vida sana y es por eso que hoy te contamos todo lo que necesitás saber para iniciarte como agricultor sin salir de casa. Cuidar tu propia huertita es terapéutico ¡y ni te contamos cuando coseches y puedas degustar tus propias verduras!


Vamos entonces con estos tips para que inicies con tu huerta de balcón.  

1. Elegí las semillas y plantalas.  

Una huerta urbana puede comenzar de las semillas del tomate o del pimiento que estás a punto de comerte. O de la tienda de semillas de la vuelta de casa. Pero lo más importante no es dónde conseguirlas sino cuándo plantarlas. Anes de plantar, te recomendamos averiguar acerca de calendarios de siembra para conocer el mejor momento para montar semilleros y en qué meses recolectar.  

El semillero sirve para que las semillas germinen en condiciones adecuadas, aunque hay plantas que no los necesitan (es lo que se llama siembra directa). Montar un semillero es fácil. Podés utilizar envases tan comunes como el de un yogourt o similar. Sólo tenés que rellenarlo de tierra y mojarlo abundantemente en agua. Luego le echás la semilla en cuestión y le ponés encima una cantidad de tierra equivalente a la altura de la semilla (es decir, tapar con tierra ligeramente la semilla, usando el dedo en la mayor parte de los casos).
 
A partir de ese momento comienza la espera de la germinación de la semilla, que saldrá a los pocos días (o semanas, dependiendo de la planta) si lo mantenés en un lugar con temperatura estable (preferiblemente a unos 20ºC, es decir, dentro de casa), sin luz directa y regado con difusor una vez al día.  

2. Prepará la maceta.  

Si vas a hacer una siembra directa, compraste un plantón o conseguiste hacer germinar tus semillas (¡buenísimo!), estás a punto de comenzar a ver crecer tus plantas. Para ello es importante que las pases a un recipiente adecuado, tanto en el tamaño como en sus materiales. Si no tenés macetas, tené en cuenta al comprarlas que el barro o la cerámica ayudan a mantener una temperatura constante en la tierra, al contrario que el plástico.  

Además, cada cultivo necesita una cantidad de tierra diferente: Para una lechuga no necesitás más de un litro de volumen, pero para ver desarrollarse un tomate o plantas de frutos similares vas a tener que colocar una maceta de unos 8-10 litros de capacidad. Como para todo, la información específica de cada especie la podrás encontrar en internet.  

Una vez que tengas la maceta, elegí la tierra con la que la vas a rellenar. Tené en cuenta que lo que crezca en ella te lo vas a comer, así que te recomendamos que no compres el sustrato universal más barato del mercado, que también sirve para jardinería ornamental. 

Cuando eches la tierra en la maceta, sólo tenés que asegurarte de que la misma tiene capacidad para soltar el agua sobrante (generalmente con agujeros en la base) y colocar con cariño la planta, sobre la base de tierra. Es el momento de sacar la macetita al balcón.  

3. Qué balcón elegir.  

Tu huerta urbana necesita dos cosas para crecer: agua y luz. La cantidad de la primera dependerá de la época del año y de lo seca que notes la tierra (con una simple observación vas a aprender rápidamente a saber cuándo regar). Lo segundo es importante para cada tipo de planta, porque hay cultivos que crecen con soltura bajo el sol directo y otros que no tanto.

Buscá información en internet para cada caso, pero tené en cuenta que un balcón que reciba los rayos del sol toda la mañana o toda la tarde es un lugar estupendo para tus hortalizas.  

4. Leé y aprendé con la experiencia.  

El universo de la huerta urbana es enorme y suele tender a infinito. Hay muchas reglas y trucos a la hora de plantar y ver crecer tus hortalizas en el balcón. Por ejemplo, hay diferentes especies de plantas que podés colocar en una misma maceta y otras que se llevan mal. También existen muchas técnicas para dirigir el desarrollo de una planta y que dé frutos más hermosos.  

A la mayoría de respuestas específicas a tus preguntas las vas a encontrar en internet, en páginas y foros especializados, y otras vas a tener que resolverlas con el método de ensayo-error. ¡Lo importante es animarse!  

5. ¡Disfrutá de lo cosechado!  

Uno de los mayores placeres de la agricultura en balcones es que, al final, te acabás comiendo lo que plantaste con tus propias manos. Y no sólo eso: también vas a descubrir que los sabores de tu cosecha son totalmente distintos - y más sabrosos - que lo que comprás cada día en el mercado.  

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